EYMY + CARLOS
¡Hey!
Somos Eymy + Carlos y somos fotógrafos de bodas desde 2015, pero desde 2018 tenemos el privilegio de compartir también la vida. Así que entendemos perfectamente lo que están viviendo en este momento, mientras organizan su boda.
Durante este tiempo hemos tenido la suerte de trabajar con parejas valientes, que creen en el amor y en el gran compromiso que requiere tomar esta decisión. Nos sentimos increíblemente privilegiados de ser testigos de una de las decisiones más importantes que tomarán juntos, como equipo y que durará toda la vida, si se esfuerzan por ello.
Creemos que un reportaje fotográfico de bodas es mucho más que imágenes de un evento romántico. Por ello, prestamos mucha atención a los detalles y capturamos momentos que creemos, tendrán aún más relevancia en la vida de nuestras parejas dentro de algunos años.
Y así como nos apasiona el arte también nos mueve el amor, la familia y las relaciones profundas y significativas, disfrutamos pasar nuestro tiempo con nuestra familia y amigos, nos apasiona viajar, el cine, la decoración y disfrutar de cantidades industriales de papitas fritas, recostados en el sofá.
Nos encontramos en Quito, Ecuador, pero estamos disponibles para trabajar en cualquier parte del mundo.
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CONÓCENOS
Los recuerdos más felices de mi infancia están llenos de acuarela, texturas, óleos, cartulinas, telas y pinceles. Crecí apasionada por crear cosas con mis manos; desde pintar acuarelas para mi abuelita que vivía lejos hasta escribir artículos para el periódico de mi colegio y finalmente encargarme del diseño de las presentaciones en la universidad (Hoy lo llamo: “componer ideas con alma”). Fui cheerleader, leí muchísimos libros y hasta tomé lecciones de piano.
Me encanta escuchar música suavecita, pero el silencio me ayuda a ver las cosas con claridad. Me gusta reflexionar sobre lo que me pasa y convertir cada dificultad en lecciones de vida, las cuáles escribo para no olvidar. Me encanta reírme a carcajadas y también me apasionan las conversaciones profundas y vulnerables, pero, sobre todo, amo rodearme de personas que me inspiran a vivir el presente con ilusión.
Desde el 2016 me enamoré de las bodas, y mejor que eso, me enamoré de quién me las presentó, mi muñeco, como le digo yo. Y a partir de entonces lo que más disfruto un sábado, es vestir de negro glamuroso para celebrar la unión de dos seres maravillosos y valientes en alguna boda.
Lo primero que les digo a las parejas de novios que nos contratan es: “Gracias por ser valientes” porque siendo esposa varios años ya, pienso que el matrimonio es el mejor invento de Dios. Pero qué valentía se requiere dejar su cómoda individualidad para convertirse en un mejor compañero de vida y atreverse a crecer con alguien más. Aplausos para ustedes.
Y a pesar de haber cubierto muchas bodas ya, lloro en casi todas. Me conmueven las emociones, las risas, los llantos, las despedidas y los encuentros. Soy fan del amor bonito que es imperfecto y valiente y disfruto capturar las carcajadas ruidosas, los besos tiernos, los abrazos fuertes, los bailes divertidos y las palabras sinceras.
Desde que perdí a alguien a quien amaba, no doy por sentado el futuro. Lo que vivimos en el presente es lo más valioso y pronto se convertirá en un recuerdo. ¿Por qué no disfrutar de este instante como si fuese el último?
Desde pequeño, comencé a sentir apego por la música y por las artes visuales como el cine y, por supuesto, la fotografía. A los 3 años, recibí de parte de una persona muy apreciada mi primera cámara fotográfica de juguete, con la cual durante varios años mientras crecía, jugaba con ella soñando en convertirme en un gran fotógrafo.
En el año 2009, junto a mi madre iniciamos una empresa de eventos, en la cual nacieron mis primeras experiencias en el campo fotográfico independiente. También inicié mis estudios con el objetivo de perfeccionar mis habilidades y gracias a esto logré identificarme con varios conceptos artísticos en fotografía. El estilo vintage es uno de los estilos con el cual me siento muy identificado.
En el año 2010, realicé mi primera sesión fotográfica a modelos. Seguido a esto, continué desarrollándome en el área de Fashion photography, en el cual creé grandes conceptos ganando admiración y reconocimiento por mi trabajo. Entre mis logros y experiencias están: asistente de producción para comerciales de televisión donde ganaría vasto conocimiento en el campo de producción audiovisual.
Ya en el año 2014, decidí retirarme de mis actividades buscando refrescar mis ideas. Luego, entré a trabajar en una prestigiosa empresa internacional de tecnología especializándome en el área visual y ganando conocimiento. Tras un año de ausencia, en el 2015, retomé mi actividad en la fotografía sintiéndome más preparado y con ideas nuevas para al fin quedarme con el concepto de fotografía familiar, la cual hoy pongo a disposición de mis clientes.
En la actualidad, con más de 100 bodas realizadas, he tenido el privilegio de presenciar innumerables historias de amor. Solo puedo expresar que amo inmortalizar cada nueva historia, y cada una de ellas representa un desafío en el que mis emociones se desbordan. Cada boda es única, y la oportunidad de capturar esos momentos especiales es algo que me llena de emoción y pasión.